Escuchar música tiene muchos beneficios para la salud de bebés y adultos. La música proporciona placer, calma y relaja, mejora el humor, favorece los procesos de aprendizaje, etc. E incluso, la música ayuda a dormir, pues ayuda a calmar la mente y el cuerpo y consigue crear una atmósfera tranquila que favorece los patrones de sueño.
Muchos investigadores coinciden y creen firmemente que la música desempeña un papel importante en la constitución de la base emocional del bebé y le ayuda a adquirir un sentido de la confianza. Además de los efectos positivos en el desarrollo del bebé, la presencia de la música aporta múltiples y diversas ventajas en la vida del bebé.
La música como aprendizaje
Las canciones infantiles potencian el desarrollo intelectual, auditivo, sensorial, del habla, motriz y social del niño. Todos estos beneficios se logran a través del oído, la alfabetización y la expresión corporal y emocional. Es decir, la música ayuda a los bebés y niños a desarrollar su expresión corporal y a ser más consciente del espacio que le rodea. Por tanto, la música es una buena aliada para el aprendizaje.
La influencia de la música en el bebé favorece el desarrollo psicomotriz del niño. El uso de canciones infantiles —al ser rítmicas y melodiosas— ayudan a los niños a coordinar y controlar los movimientos de su cuerpo.
También la música puede estimular los sentidos de los bebés y promover el desarrollo cognitivo y del lenguaje. Escuchar diferentes sonidos y ritmos puede ayudar a desarrollar su percepción auditiva y la capacidad para distinguir entre diferentes tonos y patrones musicales. Incluso la música es buena para fomentar la creatividad de los pequeños. Tocar instrumentos simples o experimentar con sonidos y ritmos puede estimular su imaginación.
La música como efecto relajante
Una de las ventajas de incorporar la música en la vida del bebé es que le ayuda a dormir. La música tiene un efecto directo en el sistema nervioso del bebé, disminuyendo la frecuencia cardíaca y la presión arterial. En consecuencia, los músculos del bebé se relajan y se calma la respiración. Además, la música relajante enmascara los ruidos del entorno que pueden perturbar el sueño del bebé.
Pero, como es de esperar, no sirve cualquier tipo de música. La música que ayuda a relajar a los bebés es la que sigue un tempo de entre 60 y 80 pulsaciones (beats) por minuto, ya que este ritmo se asemeja al ritmo de los latidos del corazón. También sirve el ruido blanco o los sonidos de la naturaleza, comprobados científicamente.
¿Qué es el llamado ‘Efecto Mozart’?
Según algunas investigaciones científicas, la música del compositor austriaco Wolfgang Amadeus Mozart causa múltiples efectos positivos en los bebés y niños. Estos estudios certifican que las combinaciones musicales creadas por Mozart —sus frecuencias, su métrica y su tono— estimulan el cerebro humano reduciendo el estrés y ayudando a calmar la mente.
En el caso de los bebés, se ha difundido la creencia de que escuchar música clásica de Mozart, como su obra "Eine kleine Nachtmusik", antes de dormir, puede ayudarles a conciliar el sueño más rápidamente y a tener un descanso más tranquilo.
Sin embargo, es importante mencionar que la evidencia científica detrás del efecto Mozart en bebés es limitada y controvertida. Aunque algunas investigaciones sugieren que la música clásica puede tener un impacto positivo en la estimulación cerebral, no todos los bebés reaccionan de la misma manera a la música y no todos se verán afectados por la música de Mozart en particular.
Canciones de cuna para ayudar a dormir
Desde tiempos inmemoriales, la nana o canción de cuna ha sido el recurso más recurrido por madres y padres para arrullar al bebé y ayudarle a dormir. Por tanto, que la música ayuda a dormir a los bebés no es algo nuevo.
Las canciones de cuna tienen melodías suaves y tranquilas que son agradables para los oídos de los bebés. Al escuchar estas melodías suaves, los bebés pueden empezar a sentirse más relajados y tranquilos. Además, las canciones de cuna suelen repetirse una y otra vez, lo que crea un patrón predecible. Este patrón ayuda al bebé a sentirse más seguro y cómodo, ya que saben qué esperar.
El hecho de que sean las mamás o papás quienes canten las canciones de cuna también ayudan a crear un vínculo emocional con el bebé. El contacto cercano y el tono suave de la voz de su mamá hacen que el bebé se sienta protegido y amado, lo que también contribuye a su relajación.
Las canciones de cuna transmiten seguridad y bienestar al bebé, reduciendo su estrés y calmando su llanto o ansiedad. Curiosamente, la web británica Cuckooland determinó en 2019 cuál era la canción de cuna perfecta, debido a su tempo lento y a su melodía predecible y simple: "One", de U2.
La música en la rutina de sueño
Si deseas utilizar música para ayudar a tu bebé a dormir es esencial observar cómo reacciona tu pequeño. Algunos bebés pueden disfrutar y relajarse con la música suave, mientras que otros pueden preferir un ambiente más silencioso para dormir. Lo más importante es crear un ambiente tranquilo y relajado antes de dormir y establecer una rutina de sueño.
La música también puede ayudar a establecer esta rutina de sueño. Poner un poco de música mientras acuestas a tu bebé puede servir para marcar la pauta de qué es la hora de dormir. No es aconsejable dejar sonar la música toda la noche, con unos 30 minutos es suficiente. Es importante que no se trate de sonidos estimulantes y ubicar el dispositivo de música alejado del bebé, a unos metros de la cuna, con un volumen bajo. En la medida en que se pueda, es preferible pausar la reproducción de la música antes de que el niño quede totalmente dormido.
Para que la rutina sea efectiva y lo ayude a dormirse antes, esta debe respetarse a diario para que el bebé la asocie al tiempo de descansar y así, poco a poco, irá estableciendo sus ciclos de sueño y aprendiendo a dormir solo.