Uno de los aspectos más desafiantes pero también fascinantes de la crianza de un bebé es el manejo de su sueño. Los bebés tienen patrones de sueño únicos que pueden variar significativamente de un día a otro y de un niño a otro. Comprender estos ciclos de sueño es fundamental para garantizar un descanso adecuado tanto para el bebé como para los padres.
Los bebés también pasan por etapas vitales. Los ciclos de sueño en bebés, al igual que la alimentación, es una necesidad biológica que están sujetos a diferentes cambios de fases y ciclos según el crecimiento de nuestro bebé.
Las fases de sueño de un bebé
- Sueño ligero: Al igual que los adultos, los bebés también pasan por fases de sueño ligero. Durante esta etapa, es más probable que se despierten fácilmente ante cualquier estímulo, como el ruido o la luz. Los bebés pueden moverse, gemir o incluso abrir los ojos durante esta fase.
- Sueño profundo: Esta etapa es crucial para el descanso reparador. Durante el sueño profundo, los bebés están más tranquilos y es menos probable que se despierten ante estímulos externos. El cuerpo y el cerebro del bebé están trabajando activamente en el crecimiento y desarrollo durante esta fase.
- Rapid Eye Movement (REM): Al igual que los adultos, los bebés experimentan el sueño REM, durante el cual se producen movimientos oculares rápidos debajo de los párpados cerrados. Esta etapa está asociada con los sueños y el procesamiento cognitivo. Los bebés pasan más tiempo en el sueño REM que los adultos, lo que es vital para su desarrollo cerebral.
¿Cuáles son los ciclos de sueño en bebés?
- De 3 a 6 meses. Se empiezan a organizar las fases del sueño en función de los paseos, los baños y las comidas. Durante esta etapa, el bebé no entra directamente en fase de sueño profundo, teniendo un despertar más fácil y sensible a cualquier ligero ruido o movimiento.
- De 8 a 24 meses. Durante esta etapa, el bebé comienza a educar el sueño y los despertares nocturnos son menos frecuentes. En este periodo es común que aparezca el sentimiento de extrañeza y con él las demandas de nuestra presencia para dormir.
- De 2 a 5 años. En esta fase, el sueño del niño experimenta una mejoría considerable. Entre los 3 o 4 años las siestas ayudan a estar más descansado por la noche y a conciliar mejor el sueño. A partir de los 5 años, el niño apenas se despierta por las noches, si bien es cierto que esto depende mucho de cada niño en concreto.