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¿Tu bebé no duerme en vacaciones? 5 consejos

¿Tu bebé no duerme en vacaciones? 5 consejos

Las vacaciones son un momento emocionante para toda la familia, pero también pueden presentar desafíos, especialmente cuando se trata del sueño de tu bebé. Cambios en la rutina, entorno y actividades pueden afectar los patrones de sueño de los más pequeños. ¿Tu bebé no duerme en vacaciones? Aquí te presentamos cinco consejos prácticos para asegurarte de que tu bebé siga teniendo un sueño tranquilo también cuando estéis de vacaciones.

Que tu bebé duerma bien durante las vacaciones puede requerir un poco de planificación y adaptabilidad, pero valdrá la pena para que todos disfruten de un tiempo de calidad juntos. Siguiendo estos consejos, puedes ayudar a tu bebé a mantener sus patrones de sueño y asegurarte de que todos tengan unas vacaciones relajantes y llenas de felicidad.

 

¿Por qué mi bebé no duerme en vacaciones?

A los niños pequeños les gusta tener horarios regulares, porque les gusta saber qué va a pasar. Lo que sucede en vacaciones es básicamente que se produce un cambio en la rutina y en los horarios del bebé, lo que puede hacer que se sientan un poco perdidos.

Cada niño puede reaccionar de forma diferente, según su personalidad. Si tu bebé o niño es muy activo y enérgico es posible que se sienta muy incómodo si las cosas no siguen como siempre, y es probable que le cueste volver a su rutina a la vuelta de las vacaciones. Por otro lado, si tu bebé es más tranquilo y tarda en acostumbrarse a nuevas situaciones, es normal que le tome más tiempo adaptarse a los cambios. Sin embargo, es probable que no tenga tantos problemas para volver a su rutina habitual después de las vacaciones. Si tu hijo es de los segundos, ¡enhorabuena! Por lo general, estos niños tienen menos problemas de sueño durante las vacaciones.

Si las rutinas cambian, no intentes resolverlo rápidamente en solo dos días, ya que eso podría empeorar la situación.

 

5 consejos para que tu bebé duerma en vacaciones

Mantén una rutina relajante

Replica el mismo ritual de sueño que hacéis en casa. Una rutina relajante antes de acostarse puede ser un salvavidas para ayudar a que tu bebé se sienta cómodo y tranquilo, incluso en un lugar nuevo. Esto puede incluir actividades como bañar al bebé y leerle un cuento suave antes de acostarse. Estas acciones se convierten en señales para el bebé de que es hora de dormir, lo que puede ayudar a tranquilizarlo y facilitar la transición al sueño.

 

Mantén horarios regulares y siestas

Los bebés se sienten seguros y cómodos cuando tienen una rutina constante. Durante las vacaciones, trata de mantener horarios similares para las comidas y siestas, incluso si eso significa hacer algunos ajustes en tus planes. Esto ayudará al bebé a ajustarse más fácilmente y a reconocer cuándo es hora de dormir.

No es grave si el peque se acuesta un día más tarde de lo usual. Sin embargo, si duerme siestas en diferentes lugares y momentos cada día, y se acuesta mucho más tarde durante varios días seguidos, sus horarios pueden desorganizarse y eso podría complicar las cosas. Si tu bebé suele dormir más de una siesta, trata de asegurarte de que al menos una de sus siestas sea en casa o en el hotel donde os alojéis.

Si deseas cambiar el horario de tu bebé, puedes hacerlo de manera gradual, ajustándolo en intervalos de aproximadamente 1 hora. Por ejemplo, si su hora de dormir usual es a las 20:00 h, puedes retrasarla a las 21:00 h durante varios días. De esta forma, tu bebé podrá adaptarse de manera gradual al nuevo horario.

Esto es importante: tu bebé debe dormir siestas. Si no duerme durante el día, es probable que su sueño nocturno se vea afectado. Las siestas son esenciales para evitar que tu pequeño se sienta muy cansado. Si notas que sus siestas no le están brindando el descanso suficiente porque son más cortas de lo habitual, considera adelantar un poco la hora de acostarlo por la noche.

 

Crea un entorno adecuado para el sueño

En un lugar nuevo, es esencial crear un entorno que sea propicio para el sueño del bebé. Busca un rincón tranquilo y oscuro donde el bebé pueda descansar. Puedes utilizar cortinas para bloquear la luz y reducir el ruido del entorno. Si es posible, intenta recrear el ambiente de sueño que tiene en casa, como utilizar su cuna y su colchón.

No obstante, entendemos que en ocasiones esto puede ser complicado, especialmente si os estáis hospedando en un hotel. En estos casos, te sugerimos colocar la cuna lo más lejos posible de vuestra cama, de modo que tu bebé conserve su propio espacio y no se vea afectado por los ruidos y movimientos que puedan ocurrir en la habitación.

Si te das cuenta de que a tu bebé le resulta más difícil quedarse dormido o se despierta más seguido de lo normal, te recomendamos que actúes de la misma manera que lo haces en casa. Si no haces modificaciones en la forma en que lo duermes o intentas nuevos métodos, en tan solo unas pocas noches tu bebé se adaptará naturalmente.

 

Lleva objetos que le resulten familiares

Los bebés a menudo encuentran consuelo en objetos familiares, como su peluche, su doudou o mantita favorita. Llevar estos objetos contigo durante las vacaciones puede proporcionar una sensación de seguridad y familiaridad en un entorno desconocido. Estos objetos pueden ser un vínculo emocional que ayude a tu bebé a relajarse y dormir mejor.

 

Sé flexible y adáptate

Aunque es importante mantener cierta rutina, recuerda que las vacaciones son un momento especial para disfrutar en familia. Si surgen cambios en el horario debido a actividades o eventos, trata de ser flexible. Los bebés pueden sentir las emociones de los padres, así que mantén la calma y ofrécele cariño y tranquilidad cuando sea necesario.

Durante el verano y las vacaciones, es común que las rutinas cambien, y eso está bien. No es necesario preocuparse demasiado por ello. En realidad, tu hijo no sufre ningún problema por haber alterado sus horarios y costumbres. Incluso puede ser bueno para él aprender que a veces hay momentos especiales en los que las rutinas diarias cambian un poco, y no pasa nada.

Al planificar las vacaciones y los días fuera de casa, es fundamental poner las necesidades de sueño de tu bebé en primer lugar. No se trata de no hacer nada, pero es preferible realizar una actividad al día para que tu pequeño pueda procesar lo que está experimentando y descansar adecuadamente para tener suficiente energía al día siguiente. En definitiva, al permitir que tu bebé descanse cuando lo necesita y le ofrezcas un equilibrio entre actividades y sueño, podrás asegurarte de que disfrute al máximo de las vacaciones y esté listo para enfrentar cada día con vitalidad.

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