La seguridad en la cuna es una prioridad fundamental para las mamás y papás. Los bebés pasan mucho tiempo en la cuna, ya sea para hacer siestas durante el día como para dormir toda la noche. De modo que es muy importante que la cuna sea un lugar totalmente seguro para ellos.
Consejos a tener en cuenta para saber qué cuna elegir
Durante los primeros años de vida de un bebé, es esencial considerar diversos aspectos para elegir la cuna adecuada. Para garantizar la seguridad en la cuna, es importante realizar una revisión exhaustiva antes de colocar al bebé en su interior. No importa que la cuna sea nueva o de segunda mano, revísala igualmente. Revisa la cuna que uses en casa, como la guardería o la de la casa de tus familiares.
- La elección de la cuna debe ser cuidadosa, teniendo en cuenta su amplitud, comodidad, homologación y estabilidad. Es importante que la cuna tenga formas lisas o redondeadas que garanticen la seguridad del bebé.
- Comprueba que los laterales encajen correctamente y que los cierres de seguridad no puedan ser activados desde dentro de la cuna por el bebé. También, examina que no haya ningún tornillo que falte o que sobresalga.
- La ubicación de la cuna en la habitación es clave; debe estar lejos de fuentes de calor o frío excesivos y no situarse debajo de cuadros o estanterías. Evita también colocar objetos cerca de la cuna que puedan caerse sobre el bebé.
- La seguridad en la cuna se extiende a características específicas, como la separación entre los barrotes, que debe estar entre 4,5 y 6,6 cm para evitar que el bebé quede atrapado. Comprueba que no están sueltos, astillados o falte alguno de ellos.
- La cuna debe tener una altura mínima de 60 cm, esto es, desde el punto más profundo de la cuna hasta el punto más alto de los barrotes.
- Se debe garantizar que no hay un espacio de más de 2 cm entre el colchón y los bordes de la cuna.
- El colchón debe ser firme y transpirable, con medidas adecuadas para la cuna. Para facilitar su limpieza es preferible que sea desenfundable con cremallera.
- En usos puntuales, se puede usar una sábana protectora impermeable. Asegúrate de que las sábanas ajustan perfectamente a la medida del colchón. No usar nunca sábanas para adultos en la cuna.
El interior de la cuna debe ser un lugar seguro
La seguridad en la cuna no se limita solo a su elección, sino que también implica mantener un entorno seguro en su interior.
- Se recomienda evitar el uso de almohadas hasta los 2 años debido al riesgo de asfixia. En el caso de que un profesional médico haya recomendado el uso de almohada para tu bebé, esta debe ser muy plana y no suponer un riesgo para su salud.
- No coloques juguetes en el interior de la cuna, ni peluches, ni cojines o mantas que puedan suponer un riesgo de asfixia para el bebé.
- En cuanto el niño sepa ponerse de pie, asegúrate de que el colchón se encuentra en su posición más baja en la cuna.
- Los móviles de cuna deben colocarse cunado el bebé pueda fijar la vista en ellos, es decir, a partir de la tercera o cuarta semana de vida. Y se deben retirar de la cuna cuando el bebé empiece a apoyarse sobre las manos y las rodillas o cuando cumpla 5 meses, lo que ocurra antes.
- Recuerda siempre colocar a tu bebé boca arriba para dormir, tanto en la noche como en la siesta, como medida preventiva contra el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL).
En resumen, elegir la cuna adecuada y mantener un entorno seguro en su interior es esencial para el bienestar de su bebé. Sigue estos consejos sobre qué cuna elegir y cómo mantenerla segura para asegurarse de que tu pequeño duerme y descansa en un espacio protegido y cómodo.