Además de la deformidad estética, la plagiocefalia también puede tener consecuencias a nivel de la salud y del desarrollo del bebé. Dependiendo de la gravedad de la deformidad craneal, puede haber un riesgo de problemas de audición, problemas visuales, problemas de mordida y problemas de desarrollo motor. También se ha observado que los niños con plagiocefalia pueden tener un retraso en el desarrollo cognitivo y del lenguaje.
Es importante destacar que la plagiocefalia no tratada también puede afectar la calidad de vida a largo plazo. Por ejemplo, en la edad adulta puede haber una mayor incidencia de dolores de cabeza, dolor de cuello y espalda, y problemas de postura.
Por lo tanto, si piensas que tu bebé puede sufrir plagiocefalia, es esencial buscar tratamiento lo antes posible, especialmente durante los primeros 6 meses de vida, para minimizar las consecuencias a largo plazo.
Tortícolis
En ocasiones, la plagiocefalia puede estar asociada con una afección llamada tortícolis congénita, que es un acortamiento o contractura del músculo esternocleidomastoideo (SCM) en el cuello del bebé. Esto puede hacer que el bebé mantenga la cabeza en una posición inclinada hacia un lado y limitar el rango de movimiento del cuello. La tortícolis congénita puede ser una causa subyacente de la plagiocefalia, ya que el bebé tiende a mantener la cabeza en la misma posición debido a la limitación del movimiento del cuello.
Retraso en el desarrollo motor
El aplanamiento de la cabeza puede influir en la alineación del cuello y la columna vertebral, lo que a su vez puede afectar el tono muscular y la coordinación motora del bebé.
Si la plagiocefalia está relacionada con una tortícolis congénita puede afectar al desarrollo motor del bebé: como la falta de control de la cabeza, la incapacidad de sentarse sin apoyo y el retraso en el gateo y la marcha. También pueden desarrollar asimetrías en la postura y el movimiento, que pueden aumentar el riesgo de lesiones musculoesqueléticas.
Problemas de visión
En algunos casos, la plagiocefalia puede ejercer presión sobre los oídos y los ojos del bebé, lo que puede causar problemas de audición y visión.
En términos de problemas visuales, la plagiocefalia puede causar una asimetría en la forma de la cabeza, de manera que uno o ambos ojos del bebé parezcan estar en diferentes posiciones. Esto puede afectar la forma en que el cerebro procesa las señales visuales y potencialmente causar problemas de coordinación visual, seguimiento de objetos, enfoque o astigmatismo.
Otitis media
En términos de problemas auditivos, la plagiocefalia puede hacer que el oído afectado quede cubierto o se comprima, afectando a la capacidad del bebé para escuchar y procesar sonidos correctamente.
Aunque la plagiocefalia no causa directamente otitis, sí puede contribuir a su desarrollo. La deformidad de la cabeza puede afectar la posición de la trompa de Eustaquio y dificultar el drenaje adecuado del fluido del oído medio. Esto puede aumentar el riesgo de infección del oído. Además, si un bebé tiene una deformidad craneal grave que afecta el canal auditivo externo, puede haber una mayor probabilidad de infecciones del oído debido a la dificultad para drenar el fluido del oído.
Maloclusión dental
La plagiocefalia puede estar asociada con la maloclusión dental, pero no es una causa directa de esta afección. La maloclusión se refiere a una mala alineación de los dientes y las mandíbulas, lo que puede afectar la mordida y la apariencia dental.
En algunos casos, la plagiocefalia puede provocar una asimetría en el cráneo y la cara del bebé, y ello afectará a la forma en que los dientes superiores e inferiores se alinean entre sí. Esto puede provocar una mordida desigual o una sobremordida.
Problemas sociales o de lenguaje
Si la plagiocefalia se asocia con otras afecciones, como la tortícolis congénita o la otitis media, estas afecciones pueden afectar el desarrollo del habla y el lenguaje del niño. Por ejemplo, la tortícolis congénita puede afectar la movilidad del cuello del niño, y con ella su capacidad para ver y escuchar a los demás y participar en interacciones sociales.
Es importante señalar que cualquier afección que afecte el bienestar físico o emocional del niño también puede tener un impacto indirecto en sus habilidades sociales.
En casos más graves, la plagiocefalia puede afectar el crecimiento y desarrollo del cerebro y aumentar el riesgo de problemas de salud a largo plazo.