Crear un ambiente adecuado de sueño para el bebé es esencial para su bienestar y descanso. Más allá de proporcionar comodidad, una habitación segura y tranquila contribuye significativamente al desarrollo cognitivo y emocional de los pequeños, sentando las bases para hábitos de sueño saludables a largo plazo.
Al establecer una rutina de sueño en un entorno sereno, los bebés aprenden a asociar la hora de dormir con sensaciones de calma y seguridad. Un ambiente adecuado les ayuda a sentirse protegidos y a desarrollar confianza y estabilidad emocional que influye en su desarrollo general.
Una habitación tranquila, libre de distracciones y ruido excesivo, ayuda al bebé a dormir bien y evita que tenga problemas de sueño o corra riesgos como el síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). Es importante que el bebé duerma en un lugar seguro, en una superficie firme y libre de objetos que puedan molestarle. Así, aseguramos que el bebé descanse bien y crece feliz y saludable.
7 tips para crear un ambiente adecuado en la habitación de tu bebé
1. Temperatura
Los bebés, al igual que los adultos, no duermen bien si pasan frío o calor. El problema es que los bebés no saben regular su temperatura corporal, sobre todo cuando son muy pequeños. No saben destaparse si tienen calor o taparse si tienen frío.
La habitación donde duerma el bebé debe tener una temperatura confortable, generalmente entre 18-22°C. Asegúrate de que el bebé no tenga ni mucho frío ni mucho calor. Si lo tapas, asegúrate que la manta no sea muy gruesa y no suponga un riesgo para el bebé.
2. Oscuridad
Nuestro reloj biológico se regula a través de la luz y la oscuridad, cuando está oscuro sabemos que hay que dormir y cuando hay luz nos despertamos. Por eso, es recomendable mantener la habitación lo más oscura posible durante la noche para ayudar al bebé a distinguir entre el día y la noche. Puedes utilizar cortinas opacas o persianas para bloquear la luz exterior si la hubiera.
3. Ruido
Algunos bebés pueden dormir con algo de ruido de fondo, como un ventilador suave, música tranquila o un ruido blanco. Esto es porque desde el vientre materno están acostumbrados a dormir escuchando sonidos. Pero estos sonidos deben ser suaves y constantes, nada de ruidos fuertes, repentinos o perturbadores.
4. Cuna segura
Asegúrate de que la cuna del bebé cumpla con todas las normas de seguridad. La ropa de cama debe quedar ajustada al colchón y no debe haber objetos sueltos en la cuna que puedan suponer un riesgo de asfixia accidental como cojines, peluches, etc.
5. Comodidad
El colchón debe ser firme pero cómodo y debe reducir la presión sobre la cabeza y cuerpo del bebé para evitar el aplanamiento de la cabecita, es decir, la plagiocefalia.
6. Rutina relajante
Establece una rutina relajante antes de acostar al bebé, como un baño tibio, un masaje suave o leerle un cuento tranquilo. Esto puede ayudar a calmar al bebé y prepararlo para dormir.
7. Seguridad
Antes de dejar al bebé en la cuna, asegúrate de que esté colocado boca arriba, que es la posición más segura para dormir y reduce el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL).
*¡Tip extra! Utiliza un monitor para bebés si eso te da tranquilidad al poder escuchar o ver al bebé mientras duerme, especialmente si está en otra habitación.
¿Cómo es la habitación donde duerme tu bebé? ¿Cumples con todos estos tips? Ponlos en práctica y verás cómo tu bebé mejora su descanso. Recuerda que creando un ambiente tranquilo, seguro y cómodo para tu bebé puedes ayudarlo a establecer patrones de sueño saludables desde una edad temprana.