La cuña antirreflujo para bebés está diseñada para aliviar los síntomas de los bebés que sufren de reflujo gastroesofágico o regurgitación. También puede ser de gran ayuda para bebés con afecciones respiratorias, resfriados, episodios de mocos o tos, dificultad para respirar o dolor de oído. Incorporar al bebé ayuda a reducir la acumulación de mucosa en las vías respiratorias altas, alivia la tos y mejora la respiración durante el sueño.
Su finalidad es incorporar al bebé durante la noche, y para ello la cuña se debe colocar debajo del colchón y debe tener la inclinación que recomiendan los pediatras. La posición inclinada que crea la cuña ayuda a mantener al bebé en un ángulo ligeramente elevado que ayuda a prevenir el reflujo del contenido del estómago hacia el esófago. Esto puede aliviar la regurgitación o la congestión respiratoria del bebé y ayudarlo a dormir más cómodamente.
¿Qué es el reflujo gastroesofágico?
Cuando el bebé hace su toma, la leche baja por el esófago hasta llegar al estómago, donde se dirigiere gracias a la acidez de los jugos gástricos. La puerta de entrada del esófago al estómago, que se llama esfínter esofágico inferior, son unos músculos que se abren en el momento de tragar y se cierran para que la leche no vuelva hacia atrás. El reflujo se produce cuando hay un regreso de contenido del estómago al esófago.
Se calcula que un 50% de los bebés de hasta 3 meses tienen regurgitaciones y reflujo gastroesofágico de forma habitual. A partir de los 6 meses, que los bebés pasan más tiempo sentados y empiezan a comer sólidos en la dieta, el reflujo va mejorando y, hacia los 7 meses, ya solo lo sufren aproximadamente un 15% de los bebés. Lo normal es que el reflujo desaparezca entre los 12 y 18 meses.
¿Por qué se produce el reflujo gastroesofágico?
Hay tres condiciones que pueden provocar el reflujo gastroesofágico en los bebés:
- La inmadurez del esfínter esofágico inferior. De la misma manera que toda la musculatura de los bebés es muy blandita cuando nacen, los músculos del esfínter también son débiles e inmaduros, y en muchas ocasiones no cierran bien del todo, provocando que el contenido del estómago regrese hacia el esófago.
- El bebé pasa la mayor parte del tiempo tumbado en posición horizontal porque todavía no es capaz de mantenerse sentado, lo que facilita que, por gravedad, el contenido de su estómago vuelva hacia atrás.
- La dieta del bebé es exclusivamente líquida, a base de leche, y es mucho más fácil que los alimentos líquidos se cuelen por el esfínter y regresen hacia el esófago.
Tipos de reflujo en los bebés
Dependiendo de la gravedad de los síntomas, podemos identificar dos tipos de reflujo en los bebés:
- Reflujo gastroesofágico fisiológico, muy normal en bebés recién nacidos. Son bebés que, cuando los tumbas, suelen expulsar líquido por la boca, pero que están tranquilos, ganan peso y comen sin problema. Estos casos son incómodos, porque hay que estar cambiándole la ropita constantemente, pero no entrañan un riesgo para la salud del bebé.
- Enfermedad por reflujo gastroesofágico. Se produce cuando el reflujo afecta a la calidad de vida del bebé y, por consiguiente, a la de los padres. En estos casos, la acidez del contenido del estómago daña la mucosa del esófago, como si la estuviera quemando, y produce síntomas muy desagradables en el bebé que los sufre. Un síntoma que permite identificarlo es que el bebé interrumpe la toma y arquea la espalda al quemarse con este reflujo ácido. Pueden aparecer una serie de síntomas relacionados que van desde la irritabilidad, el llanto y el rechazo de la alimentación, hasta vómitos, disfagia, dolor torácico y tos crónica, entre muchos otros.
¿Cómo usar la cuña antirreflujo Care Up?
La cuña antirreflujo Care Up se debe colocar debajo del colchón, en la parte del cabecero, de manera que eleve ligeramente el tronco del bebé, aliviando el reflujo gastroesofágico y mejorando su respiración.
La innovación de la cuña Care Up es que es una cuña regulable en 4 grados de inclinación para atender las necesidades del bebé en cada momento. Además, está fabricada con un material estable y resistente. Es plegable y apenas ocupa espacio, genial para guardarla en cualquier lugar, incluso debajo del colchón mientras no se usa, sin molestar al bebé. También es perfecta para llevarla de viaje.
Es recomendable usar cuñas antirreflujo que tienen la inclinación adecuada y recomendada por pediatras, antes que llenar la cuna del bebé de cojines o toallas que, además, pueden causar un mayor riesgo de asfixia y síndrome de muerte súbita del lactante.
¿Qué puedo hacer para evitar el reflujo de mi bebé?
Si tu bebé tiene reflujo fisiológico o regurgitaciones, además de colocarlo en una posición inclinada durante el sueño usando una cuña antirreflujo, puedes seguir estas recomendaciones:
- Mantener al bebé erguido al menos 20-30 minutos después de cada toma, porteándolo o cogiéndolo en brazos.
- La postura que se recomienda para dormir cuando el bebé tiene reflujo es en posición supina, es decir, boca arriba. En esta posición es más difícil que la regurgitación llegue a las vías respiratorias y, además, ayuda a prevenir el SMSL (Síndrome de Muerte Súbita del Lactante). No colocar nunca al bebé boca abajo o con cojines o almohadas.
- En bebés alimentados por fórmulas, se pueden utilizar espesantes para disminuir las regurgitaciones. Si el bebé toma solo leche materna, no vale la pena cambiar a leche de fórmula para evitar el reflujo ya que la mejoría no es demasiado evidente.
- Hacer tomas de menos volumen, pero con mayor frecuencia para evitar que el bebé llegue muy hambriento y tome con demasiada ansia, y evitar también que quede con el estómago distendido.
Si las regurgitaciones de tu bebé son normales, tranquilidad y paciencia, podéis probar a usar una cuña antirreflujo por la noche y seguir las recomendaciones anteriores. En cambio, si tu bebé está muy irritable, se arquea en las tomas y llora mucho, acude al pediatra para que os paute un tratamiento adecuado para reducir la acidez y disminuir la enfermedad de reflujo.
