
Horarios: La forma más eficaz para dormir con niños
Puede parecer simple pero es cierto: un horario para ir a la cama es la mejor manera de asegurar descanso suficiente a los pequeños de la casa.
Un estudio reciente de Public Health Ontario en Canadá descubrió que a los niños a los que no se les animaba a ir a la cama tenían una probabilidad del 71% de no dormir lo suficiente. Aquellos con horarios tenían una probabilidad del 59% de tener un descanso adecuado.
Cuando los niños entran en la adolescencia, los horarios de descanso prácticamente son inexistentes. Cuanto menos esfuerzo ponen los padres en una rutina de descanso, más aumenta la falta de descanso en los niños, siendo los quinceañeros los más afectados.
Como padres es importante entender el impacto que tiene la falta de sueño en los niños, tanto a corto como a largo plazo. Por ejemplo, ¿Sabías que dormir 1 hora más desciende las posibilidades de tener sobrepeso u obesidad sobre un 30%? ¿Sabías que las noches en vela aumentan la depresión entre los adolescentes?
Tanto para adolescentes como niños (o incluso padres), aquí van unos pasos para crear una rutina de descanso:
Deja algo de tiempo antes de irte a la cama para prepararte y desconectar. Puede ser el momento perfecto para leer un libro a los peques, o hablar con ellos sobre su día.
Limita el uso de aparatos tipo tablets, portátiles, móviles… antes de ir a la cama.
La habitación tiene que estar libre de distracciones como: televisión, ordenadores…Incluso zonas de juego o de estudio es preferible que no estén en la habitación donde se duerme.
Mantén la habitación despejada. Es más difícil desconectar si la habitación está desordenada.
Asegúrate de que la habitación está fresca, en silencio y a oscuras y que tu hijo/a duerme en una cama adecuada.
Mantén un horario para ir a la cama regular. Una buena rutina de descanso hace maravillas.